Mark Zuckerberg defiende la eliminación de verificadores apuntando a las fake news: "No somos censores" | Tecnología | EL PAÍS

Meta ha inaugurado la eliminación de la verificación de datos en sus plataformas, que implementará este año en Estados Unidos, con un rumor propio promovido por su nuevo director de asuntos globales, Joel Kaplan, y por el fundador de la red social, Mark Zuckerberg. Ambos ejecutivos defendieron la abolición del programa contra las noticias falsas, alegando que la evaluación objetiva de la veracidad de los contenidos constituye una forma de censura y que los profesionales encargados de esta tarea introducen sus propios sesgos. Sin embargo, esta afirmación es errónea: los verificadores no censuran ni suprimen contenidos, simplemente señalan la falsedad de la información, y tampoco introducen sesgos, ya que su labor se basa en una metodología objetiva. La supresión de este servicio ha provocado una oleada de críticas por parte de expertos en comunicación social, quienes en Europa exigen la aplicación rigurosa de la ley de servicios digitales (DSA) para asegurar la moderación de contenidos.

“Hemos alcanzado un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura”, afirma Zuckerberg, consejero delegado de Meta, para justificar la supresión del programa de moderación. Y añade: “Los verificadores simplemente han estado demasiado sesgados políticamente y han destruido más confianza de la que han creado”. Kaplan le sigue: “Demasiado contenido inofensivo es censurado, demasiadas personas se encuentran injustamente encerradas en la ‘cárcel de Facebook’ y, a menudo, somos demasiado lentos para responder cuando lo hacen”.

Clara Jiménez Cruz, verificadora, cofundadora y consejera delegada de Maldita.es y presidenta de la European Fact-checking Standards Network (EFCSN), niega las premisas: “Es mentira que seamos censores. Lo que hace el fact-cheking [verificación de datos] es añadir información y hechos verificados al discurso público. En el caso de la colaboración con Meta [con quien han firmado un contrato de continuidad de su labor en Europa días antes de anunciar su supresión en Estados Unidos] es decirles cuáles son esos datos y hechos verificados para que la compañía, por decisión propia y de acuerdo con un programa diseñado por ellos, decida qué hacer”.